Labios que envenenan y miradas que se clavan pieles que queman y manos que arañan placeres tan altos como los tacones tan cortos como las faldas Esquinas que llaman noches de locura
Lo tenemos todo. Las mujeres somos un arma increíblemente bien diseñada. Y hace falta muy poco para detonarla.
Las noches de locura se quedaron enredadas en su pelo y una sensación de sed en la punta de los dedos. Tacones altos y ganas de huir. Y los labios se callaron dos verdades. Los labios todavía querían guerra.
Lo tenemos todo.
ResponderEliminarLas mujeres somos un arma increíblemente bien diseñada. Y hace falta muy poco para detonarla.
Las noches de locura se quedaron enredadas en su pelo y una sensación de sed en la punta de los dedos. Tacones altos y ganas de huir.
Y los labios se callaron dos verdades.
Los labios todavía querían guerra.
... y el ambiente cargado de humo, se transforma en un barco en la niebla. Me encanta lo que has escrito.
ResponderEliminarUff que intenso....
ResponderEliminarCuando salgas sola debes llevar un rotulo que diga en algún lugar...Peligro!(8)
bendiciones!
cuando el todo se vuelve la nada, cuando la nada es un mero intercambio, cuando el intercambio se acaba y vuelve a no quedar nada...
ResponderEliminar:)